Dejo mi tesis: Las plataformas algorítmicas son la Corriente. La solución está en crear Jardines; diseñar nosotras mismas las condiciones.
En vez de dejar que nos arrastre la corriente, crear nuestro propio entorno alejado de los algoritmos, que no se actualice solo sino que vayamos nutriendo nosotras con criterio, filtrando y dejando pasar sólo aquello que te resuena, que te provoca o qué se conecta con lo que ya sabes o con lo que quieres construir. Y que crezca de manera orgánica y no artificial, porque somos nosotras las que lo hacemos crecer pasando tiempo dentro, con nuestras ideas, profundizando, cuestionando, preguntándonos.
Lleva más tiempo, es menos cómodo porque no te viene hecho y tienes que construirlo tu, pero por eso también es revolucionario. Y a cambio tienes todo aquello que los algoritmos te están robando: claridad, agencia, perspectiva. Volver a ser consciente de tus propios pensamientos y recuperar tu voz 😊
Total. Es mucho más fácil dejar que el algoritmo te alimente y mucho más tedioso suscribirte manualmente a newsletters, feeds RSS, libros y otras fuentes seleccionadas manualmente. Pero es el camino. Resistencia ✊
Me flipa tu metáfora de Corriente vs Jardines, Elena. 🌱💡
Yo también estoy construyendo mi jardín: uso listas de correo de nicho en vez de seguir mil cuentas, guardo solo lo que realmente me resuena y dedico un “ratito de reflexión” diario antes de abrir las redes.
¿Tú cómo montas tu jardín digital? ¿Algún filtro o ritual infalible que recomiendes? 😊
Bosco, gracias por esta imagen tan potente y tan inquietantemente real: comemos galletas sin hambre, sin pausa, sin pensar. Y lo peor: convencidos de que eso es lo que queríamos.
Me resuena especialmente tu reflexión porque en un mundo donde todo nos empuja a consumir sin consciencia —contenido, comida, relaciones— elegir se ha vuelto un acto radical. No elegir por reacción, sino por convicción. Pararse. Mirar dentro. Volver a tener hambre de lo esencial.
No soy enemigo de la tecnología (sería hipócrita decirlo aquí), pero sí intento vivir con una especie de lucidez incómoda. Esa que te obliga a preguntarte cada día: ¿lo que estoy viendo, leyendo o deseando… lo he elegido yo o lo ha elegido el sistema por mí?
Quizá por eso defiendo con tanta vehemencia el valor de la autenticidad, la belleza no decorativa sino verdadera, la comunidad sin filtros y una conciencia que duela un poco, como las verdades importantes.
Gracias por provocar esa pequeña incomodidad que remueve. Ojalá sigamos eligiendo, aunque cueste más.
«No soy enemigo de la tecnología pero sí intento vivir con una especie de lucidez incómoda» también me define 100%. Sigamos fomentando el pensamiento crítico 💪
No hay espacio para pensar con tranquilidad si lo que hacemos nos hace bien o mal a medio/largo plazo. No "fabricamos" ese espacio. El cerebro es vago. Y bueno, las pasta está en la atención así que van con todo a por ello.
Con esta reflexión en mente y estando 100% de acuerdo, ¿Se puede participar de las redes como creador de "forma ética"? Siguiendo la metáfora, ¿Se pueden diseñar "galletas" hyper-palatables y llamativas -porque sino no te va a consumir ni perry- pero que también sean nutritivas?
Me cuesta mucho pensar en ejemplos de esto último.
Ese es el gran temazo. No tengo un criterio general definido.
Por un lado, como has dicho, habría que "entrar al juego" creando contenido en el formato que le gusta al algoritmo. Al final estarías alimentando el sistema y, por mucho valor que haya en tus píldoras, serían una mas dentro de todo el scroll infinito de consumo masivo.
Por otro lado, ¿existe alternativa como creadores? Si no te encuentran con algoritmos, ¿cómo lo hacen? Recomendación boca a boca, intercambio de menciones... Son procesos mucho más lentos.
Yo he elegido no participar y eso me ha llevado a un crecimiento más lento de SinOficina y a buscar canales alternativos. Pero también es una decisión personal que he tomado para cuidar mi salud mental. Es difícil publicar y no fijarse en las métricas, entrar y no quedarse enganchado en el timeline, etc. Soy más feliz así.
Este es un temazo Bosco y diría que uno sobre los que más reflexiono.
Pienso que el primer paso, es ser conscientes de ello, parar (en seco) y replantearse para qué usamos las redes y qué uso les queremos dar...
Se puede dar un buen uso? Yo creo que sí, yo lo hago o al menos me pongo cada día a ello.
Solo comparto y comunico cuando tengo algo que decir, y solo leo aquello que me aporta e inspira a pensar, además creo relaciones y conozco gente increíble... Pero todo esto es porque soy consciente (ahora) de lo que hago, en fin, es un temazo 😅
Me gusta el hilo de tu pensamiento. Vienes discurriendo sobre este tema de escapar del algoritmo hace rato y está genial que alguien lo traiga a la conversación. La fragmentación de los mensajes y de los intereses de las personas está camino a generar espacios para conversar por fuera del algoritmo. Hay algunos espacios que apoyan compartir newsletters entre creadores de newsletters para ampliar sus comunidades. Y esos son espacios donde se puede conversar por fuera del algoritmo. Las comunidades pequeñas son un paso para esto. Sin oficina es un ejemplo de esto 😌
Recuerdo bien la molestia que fue cuando Facebook metió el algoritmo. Hasta entonces lo usaba como un boletín de noticias de amigos y familiares y de empresas, eventos o ideas que me gustaban. Metieron el algoritmo y dejé esa rrss.
Son muy peligrosas, sobre todo para los jóvenes, que no han conocido lo que fue el mundo sin rrss.
Yo intento escapar a los algoritmos todo lo que puedo (sé que es imposible hacerlo del todo). Intento hacer las cosas de un modo más artesanal, por decirlo de algún modo. Acá en Substack, por ejemplo, Investigo, busco lo que a mí me interesa, leo con atención, elijo. Intento no scrollear, detesto eso, así que me pongo un límite de tiempo. Si veo que llevo quince minutos leyendo superficialmente, cierro la compu (no uso nunca el teléfono para estas cosas). En Spotify escucho discos enteros en función de mis intereses. Los libros los elijo yo, uno me va llevando a otro, como ha sucedido toda mi vida, desde que aprendí a leer. No tengo plataformas para ver series. Voy al cine cada vez que puedo y, si quiero ver una peli específica o algún episodio de una serie, lo busco y lo veo online (no veo mucho tampoco). Me fui de Instagram, jamás tuve cuenta en Tik Tok. Son solo mis ejemplos. En general me resisto bastante a dejarme llevar por las "sugerencias" no humanas.
Genial analogía, Bosco. 🍪🤖 Me flipa cómo lo comparas con un food hall marciano diseñado para atraparte. Ceder el mando de lo que “comes” mentalmente es un peligro real. Para mí, el antídoto pasa por:
• Definir “turnos” sin pantallas
• Elegir conscientemente a quién seguir (calidad > cantidad)
• Revisar tu propio menú de contenidos cada semana
¿Y tú, qué hábitos crees que nos ayudan a recuperar el control sobre nuestro feed (y nuestra cabeza)?
oh, mi tema favorito 😅
Dejo mi tesis: Las plataformas algorítmicas son la Corriente. La solución está en crear Jardines; diseñar nosotras mismas las condiciones.
En vez de dejar que nos arrastre la corriente, crear nuestro propio entorno alejado de los algoritmos, que no se actualice solo sino que vayamos nutriendo nosotras con criterio, filtrando y dejando pasar sólo aquello que te resuena, que te provoca o qué se conecta con lo que ya sabes o con lo que quieres construir. Y que crezca de manera orgánica y no artificial, porque somos nosotras las que lo hacemos crecer pasando tiempo dentro, con nuestras ideas, profundizando, cuestionando, preguntándonos.
Lleva más tiempo, es menos cómodo porque no te viene hecho y tienes que construirlo tu, pero por eso también es revolucionario. Y a cambio tienes todo aquello que los algoritmos te están robando: claridad, agencia, perspectiva. Volver a ser consciente de tus propios pensamientos y recuperar tu voz 😊
🌱
Total. Es mucho más fácil dejar que el algoritmo te alimente y mucho más tedioso suscribirte manualmente a newsletters, feeds RSS, libros y otras fuentes seleccionadas manualmente. Pero es el camino. Resistencia ✊
Me flipa tu metáfora de Corriente vs Jardines, Elena. 🌱💡
Yo también estoy construyendo mi jardín: uso listas de correo de nicho en vez de seguir mil cuentas, guardo solo lo que realmente me resuena y dedico un “ratito de reflexión” diario antes de abrir las redes.
¿Tú cómo montas tu jardín digital? ¿Algún filtro o ritual infalible que recomiendes? 😊
¿Cómo funcionan las listas de correo de nichos ? Suena interesante.
Las listas de nicho son tu jardín digital, sin algoritmos de por medio:
• Solo se suscriben quienes buscan justo tu tema, así evitas el ruido.
• Ofreces un recurso práctico (lead magnet) que soluciona un problema concreto.
• Envías newsletters ultracuradas: artículos, casos de éxito, plantillas… todo pensado para ese público.
• Llegas directo a la bandeja de entrada, maximizando aperturas y feedback genuino.
• Herramientas como Substack, Mailchimp o ConvertKit te ayudan a crear formularios, automatizar secuencias y segmentar.
• Arranca definiendo tu audiencia, creando 3–5 correos de bienvenida y manteniendo un ritmo sostenible.
Así construyes una comunidad fiel que te escucha y responde. 🌱
Bosco, gracias por esta imagen tan potente y tan inquietantemente real: comemos galletas sin hambre, sin pausa, sin pensar. Y lo peor: convencidos de que eso es lo que queríamos.
Me resuena especialmente tu reflexión porque en un mundo donde todo nos empuja a consumir sin consciencia —contenido, comida, relaciones— elegir se ha vuelto un acto radical. No elegir por reacción, sino por convicción. Pararse. Mirar dentro. Volver a tener hambre de lo esencial.
No soy enemigo de la tecnología (sería hipócrita decirlo aquí), pero sí intento vivir con una especie de lucidez incómoda. Esa que te obliga a preguntarte cada día: ¿lo que estoy viendo, leyendo o deseando… lo he elegido yo o lo ha elegido el sistema por mí?
Quizá por eso defiendo con tanta vehemencia el valor de la autenticidad, la belleza no decorativa sino verdadera, la comunidad sin filtros y una conciencia que duela un poco, como las verdades importantes.
Gracias por provocar esa pequeña incomodidad que remueve. Ojalá sigamos eligiendo, aunque cueste más.
«No soy enemigo de la tecnología pero sí intento vivir con una especie de lucidez incómoda» también me define 100%. Sigamos fomentando el pensamiento crítico 💪
No hay espacio para pensar con tranquilidad si lo que hacemos nos hace bien o mal a medio/largo plazo. No "fabricamos" ese espacio. El cerebro es vago. Y bueno, las pasta está en la atención así que van con todo a por ello.
Con esta reflexión en mente y estando 100% de acuerdo, ¿Se puede participar de las redes como creador de "forma ética"? Siguiendo la metáfora, ¿Se pueden diseñar "galletas" hyper-palatables y llamativas -porque sino no te va a consumir ni perry- pero que también sean nutritivas?
Me cuesta mucho pensar en ejemplos de esto último.
Ese es el gran temazo. No tengo un criterio general definido.
Por un lado, como has dicho, habría que "entrar al juego" creando contenido en el formato que le gusta al algoritmo. Al final estarías alimentando el sistema y, por mucho valor que haya en tus píldoras, serían una mas dentro de todo el scroll infinito de consumo masivo.
Por otro lado, ¿existe alternativa como creadores? Si no te encuentran con algoritmos, ¿cómo lo hacen? Recomendación boca a boca, intercambio de menciones... Son procesos mucho más lentos.
Yo he elegido no participar y eso me ha llevado a un crecimiento más lento de SinOficina y a buscar canales alternativos. Pero también es una decisión personal que he tomado para cuidar mi salud mental. Es difícil publicar y no fijarse en las métricas, entrar y no quedarse enganchado en el timeline, etc. Soy más feliz así.
Este es un temazo Bosco y diría que uno sobre los que más reflexiono.
Pienso que el primer paso, es ser conscientes de ello, parar (en seco) y replantearse para qué usamos las redes y qué uso les queremos dar...
Se puede dar un buen uso? Yo creo que sí, yo lo hago o al menos me pongo cada día a ello.
Solo comparto y comunico cuando tengo algo que decir, y solo leo aquello que me aporta e inspira a pensar, además creo relaciones y conozco gente increíble... Pero todo esto es porque soy consciente (ahora) de lo que hago, en fin, es un temazo 😅
Me gusta el hilo de tu pensamiento. Vienes discurriendo sobre este tema de escapar del algoritmo hace rato y está genial que alguien lo traiga a la conversación. La fragmentación de los mensajes y de los intereses de las personas está camino a generar espacios para conversar por fuera del algoritmo. Hay algunos espacios que apoyan compartir newsletters entre creadores de newsletters para ampliar sus comunidades. Y esos son espacios donde se puede conversar por fuera del algoritmo. Las comunidades pequeñas son un paso para esto. Sin oficina es un ejemplo de esto 😌
Recuerdo bien la molestia que fue cuando Facebook metió el algoritmo. Hasta entonces lo usaba como un boletín de noticias de amigos y familiares y de empresas, eventos o ideas que me gustaban. Metieron el algoritmo y dejé esa rrss.
Son muy peligrosas, sobre todo para los jóvenes, que no han conocido lo que fue el mundo sin rrss.
Me encantó la metáfora del autorrestaurante. 🤯
Gran recordatorio de que, aunque estos sistemas están diseñados para atraparnos, tenemos el poder de elegir qué y cómo queremos consumir.
Ser conscientes es el primer paso para no perdernos en ese ciclo.
Gracias, Bosco, por abrir este espacio para pensar en cómo cuidar nuestra mente en este mundo tan digital.
Yo intento escapar a los algoritmos todo lo que puedo (sé que es imposible hacerlo del todo). Intento hacer las cosas de un modo más artesanal, por decirlo de algún modo. Acá en Substack, por ejemplo, Investigo, busco lo que a mí me interesa, leo con atención, elijo. Intento no scrollear, detesto eso, así que me pongo un límite de tiempo. Si veo que llevo quince minutos leyendo superficialmente, cierro la compu (no uso nunca el teléfono para estas cosas). En Spotify escucho discos enteros en función de mis intereses. Los libros los elijo yo, uno me va llevando a otro, como ha sucedido toda mi vida, desde que aprendí a leer. No tengo plataformas para ver series. Voy al cine cada vez que puedo y, si quiero ver una peli específica o algún episodio de una serie, lo busco y lo veo online (no veo mucho tampoco). Me fui de Instagram, jamás tuve cuenta en Tik Tok. Son solo mis ejemplos. En general me resisto bastante a dejarme llevar por las "sugerencias" no humanas.
Genial analogía, Bosco. 🍪🤖 Me flipa cómo lo comparas con un food hall marciano diseñado para atraparte. Ceder el mando de lo que “comes” mentalmente es un peligro real. Para mí, el antídoto pasa por:
• Definir “turnos” sin pantallas
• Elegir conscientemente a quién seguir (calidad > cantidad)
• Revisar tu propio menú de contenidos cada semana
¿Y tú, qué hábitos crees que nos ayudan a recuperar el control sobre nuestro feed (y nuestra cabeza)?
nunca imaginé la comparación de políticos y redes sociales 😅 interesante reflexión