Postnomadismo
Me he comprado una casa, mudado a Valencia y he sido padre. Esta es la vida después del nomadismo digital.
Hace 12 años, en noviembre de 2013, compré el dominio academianomada.com. A los pocos meses entregué el Proyecto Final de Carrera, cogí una mochila y reservé un vuelo de ida a Shanghai para cumplir el sueño de recorrer el mundo.
Desde entonces he vivido y viajado por más de medio centenar de países. A veces más rápido, a veces más lento; a veces solo, a veces acompañado.
He disfrutado de todos y cada uno de mis viajes, pero tardé poco en comprender que este estilo de vida no sería para siempre.
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Esto nunca fue de nomadismo, sino de libertad
Cuando quise crear una comunidad de profesionales digitales como yo, tuve la opción de rescatar el dominio y crear Academia Nómada1. Pero no lo hice. Creé SinOficina.
Entre las razones para montar una comunidad en la que sentirme uno más por mucho tiempo había una obvia: no sería nómada para siempre pero sí estaba seguro de que nunca volvería a trabajar por cuenta ajena. Y menos en una oficina.
Por eso, cuando hace 3 años publiqué mi famoso tweet…
No tengo una casa ni un coche ni un reloj caro. No cambio de iPhone cada año ni visto prendas con logotipos. Pero trabajo 4 horas al día y tengo el mundo de oficina. La nueva riqueza no es dinero, es libertad.
… no me refería únicamente a la libertad de movimiento, a la deslocalización. Me refería también a la libertad de horarios y de decisiones que te da ser autoempleado en internet, emprendedor online o creador de un negocio digital. Como quieras llamarlo.
La libertad de trabajar sin oficina, sin horarios y sin jefes.
Hubo gente que no lo entendió, que me decían que eso se acabaría cuando tuviese hijos. ¿Se acabaría el qué? ¿El nomadismo? Probablemente. ¿La libertad? Nunca. La libertad cobra ahora más sentido que nunca. Decidir cuántas horas al día trabajo, cuánto tiempo le dedico a mi familia, cuántas horas duermo por la noche (vale, no, esto último ya no lo decido yo).
La etapa del compromiso
Me he dado cuenta que muchas áreas en la vida siguen un modelo romboide (<>)2 con dos fases:
Fase de exploración (<), en la que descubrimos y exploramos distintas opciones, dedicando muy poco tiempo a cada una.
Fase de foco y compromiso (>), en la que elegimos una de ellas y centramos nuestra atención para extraer su máximo potencial.
Pasa con las ideas de negocio. Saltar de una a otra persiguiendo el siguiente shiny object y la nueva tecnología de moda es tentador, pero sin dedicarte completamente a una durante un tiempo será difícil que termine funcionando.
Pasa con las relaciones de pareja. Pasa con los deportes y las aficiones. La fase de descubrimiento es necesaria —por un tiempo— para conocerte, conocer qué encaja mejor contigo y elegir mejor en qué, con qué y con quién comprometerte. Porque solo en la etapa posterior de compromiso es posible alcanzar los niveles de satisfacción, realización o complicidad que buscamos.
El nomadismo ha sido para mí una etapa de exploración. Ahora elijo iniciar la etapa del compromiso para echar raíces, rodearme de la gente que quiero, retomar amistades pasadas y crear nuevos lazos, más fuertes y permanentes que los que puedo entablar cuando estoy en movimiento constante.
Entonces, ¿ya no voy a viajar?
¡Espero que mucho! Una cosa es el nomadismo —moverte de un sitio a otro sin tener una base permanente— y otra viajar durante periodos largos. Yo ya llevaba tiempo sin ser realmente nómada y prefería algo más a medida: la mitad del año en base, cerca de familia y amigos, y la otra mitad viajando sin itinerario ni calendario definido.
Es verdad que durante las próximas semanas la única mochila que voy a llevar es la de porteo, pero ya tenemos planeados un par de viajes espectaculares —aunque algo más cortos— para este año. Y, a medida que sea posible, volveremos a los viajes de varios meses en familia. También nos gustaría explorar otras opciones como home exchange, retiros familiares colectivos para trabajadores en remoto o, a futuro, periodos de escolarización en otros países. Iré contando. Será algo bonito de explorar.
Mientras tanto asistiré este martes a una nueva reunión de la asociación de vecinos de mi nuevo barrio. A ver si hacemos algo contra los malditos nómadas digitales que lo están gentrificando.
Gracias por leerme. Con cariño,
Bosco .-
PD1: En la que quizás sea mi última aparición en televisión definiéndome como nómada digital (se grabó hace meses), Carlota Bruna me entrevista en La2 durante el primer episodio de La vuelta a la España digital (min 28:30) con la Albufera de Valencia como escenario.
PD2: He migrado mi newsletter a Substack —comiéndome o fusionándolo con el proyecto de Cartas que tenía aquí— para recuperar el espacio de reflexión y conversación que creé con mi blog personal allá por 2014. Seguiré compartiendo lo que aprendo del mundo online para disfrutar más del mundo offline.
El dominio academianomada.com está a la venta.
Similar al modelo del doble diamante, pero simplificado.
Que bien verte por aquí por Substack.
Además, me interesa muchísimo como te organizas en esta nueva etapa de familia.
PD: yo estoy entrando en esa etapa que la semana pasada me compré una casa en un pueblo de Madrid pasando de vivir en el centro y las afueras y en un año me caso.
Luego vendrán los hijos...
Enhorabuena!! De Nomadismo a Noeslomismo, pero también mola :)
Un abrazo.