Esto es LVSO, el espacio donde comparto mis ideas y reflexiones sobre negocios digitales, tecnología, nomadismo y, en general, la vida vista desde el camino menos transitado. Únete a 9.500+ suscriptores y recibe estas publicaciones en tu bandeja de entrada:
Llevo varias ediciones hablando, directa o indirectamente, de la IA. Y es que es algo en lo que pienso constantemente porque por primera vez en mis 15 años etapa profesional me encuentro ante algo que no consigo… abarcar.
Siento la IA como un tsunami que está cambiado absolutamente TODO lo que habita el mundo online. Todas las profesiones digitales se han visto alteradas: ha cambiado la manera de redactar, diseñar, programar, ilustrar, editar, gestionar, etc. Pero el cambio es tan grande y a tantos niveles que soy incapaz de prever con claridad cómo será el mercado online dentro de 5 años. ¡Y eso me frustra!
¿Seguirá existiendo la Creator Economy? ¿Tendrá sentido seguir alimentando la IA de contenido por el que los creadores dejan de obtener visitas (= monetización)? ¿Habrá diferencia entre lo creado por humanos o por IA? Más importante: ¿nos importará? O, tratando de ver más a futuro: ¿pasaremos del contenido recomendado por algoritmos para ti al contenido creado por IA específicamente para ti? ¿Podremos competir los humanos? ¿Seguirá alguien leyendo esta newsletter?
¿Y los freelancers? Quitando que muchos servicios dejarán de ser necesarios o evolucionarán, aunque haya un componente humano, ¿qué sucederá si todos se apoyan y se inspiran en la IA? ¿Dónde se producirá la diferenciación para no convertirte en commodity y competir por precio?
Son preguntas que rondan por mi mente mientras trato de escalar la montaña que me permita vislumbrar qué quedará cuando golpee la gran ola.
No sé, quizás me ha quedado esto un poco alarmista. Mi intención no era tanto sonar alarmista sino compartirte mi frustración por no ser capaz de ver detrás de la ola. Durante mi década y media ganándome la vida online han surgido pequeñas y grandes revoluciones (blockchain, crypto, NFTs, realidad virtual y aumentada, automatización, no-code, creator economy…) pero en todas ellas podía ser capaz de vislumbrar con más o menos claridad hacia dónde iba y qué se vería afectado. No ahora. No con la IA. No con algo que cambia tanto las reglas y en tantos sitios.
Y esta reflexión la hago con la curiosa certeza de que la comunidad de SinOficina no solo está a salvo sino que se convierte en oasis y en faro. Primero, como la alternativa a unas redes que en los últimos años dejaron todo lo que tenían de sociales y se convirtieron en altavoces de influencers. Las comunidades cerradas serán el lugar donde podremos volver a conectar, ser nosotros mismos y rodearnos de personas que están creando y compartiendo de manera honesta y auténtica, sin pensar en algoritmos ni en fingir ser más de lo que son.
Mi amiga Elena compartía algo similar en el tercer artículo de su muy recomendable serie La Era de la Perspectiva:
Si internet y las redes sociales continúan la deriva que llevan, quizá estas comunidades cerradas acaben convirtiéndose casi en santuarios, en los únicos espacios que nos queden donde poder conectar con humanos en lo digital.
Y segundo, como el lugar que sirve de guía para surfear esta nueva era IA. Quizás yo no pueda ver el puzzle completo del futuro del emprendimiento online, pero sí puedo poner en común las piezas de las que dispongo y, entre todos, ir desvelando esas tendencias, pequeñas olas a las que subirse, acciones con las que anticiparnos, protegernos e incluso navegar el tsunami que estamos viviendo.
Larga vida a las comunidades (de humanos).
Gracias por leerme. Con cariño,
Bosco
PD: Me gustaría pedirte un favor. Comparte en comentarios cuáles son tus fuentes para estar al día de lo que sucede en el mundo IA. Newsletters, blogs, YouTube, podcasts… Me servirá a mí para verificar o actualizar mis canales y seguro que otros lectores también. Es difícil a veces distinguir entre la señal y el ruido cuando algo es tan cambiante e inabarcable.
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Todos estamos un poco así. Seguir el ritmo es estresante al final lo mejor es centrarse en un par de ia que te sean útiles y sacarlas partido. Para mí la la newsletter de ia más interesante en español es Mafia IA https://aimafia.substack.com
Te leo y me reconozco. No tanto en lo técnico —aunque también—, sino en ese vértigo de no poder anticipar con claridad lo que viene, en esa sensación de estar en medio de una sacudida que todavía no entendemos del todo.
Durante años viví en el mundo corporativo, donde los cambios llegaban envueltos en informes, comités y hojas de ruta. Hoy escribo desde otro lugar: más íntimo, más frágil, más libre también. Y sin embargo, hay algo que no ha cambiado en mí: esa necesidad de comprender, de poner orden en el caos, aunque sea a través de las palabras.
Lo que planteas va mucho más allá de lo técnico. Hablas de identidad, de valor, de pertenencia. De qué significa seguir siendo humanos en un mundo que parece programarse a sí mismo. Y ahí, justo ahí, creo que reside lo que no puede automatizarse: la forma en que acompañamos, la voz que usamos, la hondura con la que miramos al otro.
No tengo respuestas claras —ni tú las prometes—, pero sí creo en algo que tú mismo nombras: las comunidades como refugio, como antídoto frente al ruido, como redes que sostienen. Y añado algo más: la escritura, la que nace del conflicto y no de la consigna, como herramienta para no perdernos del todo.
Sigo creyendo que habrá espacio para lo humano. No por nostalgia, sino por necesidad. Porque incluso en medio de una ola que arrasa con todo, hay quienes seguimos buscando la orilla para tender la mano.